Sólo las personas sin corazón pueden mirar a los ojos de una madre perra y aún así poder echarla a ella y a sus bebés de sus hogares.
Emma se sintió desesperada después de que ella y sus cachorros fueran abandonados cerca de las vías del tren. La desconsolada perra no encontraba comida para sus hijos, que lloraban en una caja de cartón.
Los cachorros desnutridos estaban infestados de garrapatas y pulgas. Se estaban quedando sin fuerzas.
Los bebés se aferraron a su mamá en busca de consuelo. Los abrazó y besó sus caritas, tratando de ocultar el dolor en sus ojos.
Tan pronto como los rescatistas se enteraron de una familia canina que fue abandonada cerca de las vías del tren, acudieron a rescatarlos.
A su llegada, el equipo de rescate se dio cuenta de que la madre estaba muy asustada y desconfiada de los humanos. Se acurrucó junto a sus bebés, tratando de protegerlos.
La buena gente habló amablemente con la mamá perra, más tarde llamada Emma, deseando ganársela.
Emma los miró con ojos tristes. Aunque era consciente de que sus bebés necesitaban ayuda, su miedo era mucho más fuerte.
Por suerte, los rescatistas no se dieron por vencidos. Sus corazones estaban llenos de compasión hacia la valiente mamá y sus hijos.
Se sintieron desconsolados al ver el terrible estado en el que se encontraban los caninos.
Tanto Emma como sus bebés eran extremadamente flacos. La piel de los cachorros estaba arrugada y les faltaba algo de pelo.
Los rescatistas dejaron comida para Emma y sus cachorros, y continuaron hablándoles con voz tierna.
Después de darse cuenta de que los rescatistas eran la única esperanza para sus hijos, la madre perro decidió aceptar su ayuda.
La buena gente llevó a Emma y a sus bebés a la clínica, donde recibieron atención médica urgente.
El médico realizó pruebas de laboratorio y determinó que los cachorros estaban anémicos y extremadamente débiles.
La familia canina fue hospitalizada.
El equipo veterinario luchó para salvar la vida de los cachorros. Su estado era grave.
Después de que los cachorros comenzaron a comer, los cuidadores de los bebés tenían la esperanza de que se recuperarían.
La familia canina todavía estaba asustada. Emma se acurrucó en un rincón de su perrera, negándose a mirar a sus rescatadores a los ojos. Estaba temblando de miedo.
Sus hijos yacían a su lado. Necesitaban su amor para seguir luchando.
Los médicos hicieron todo lo posible para salvar a los bebés, pero lamentablemente, dos de los cachorros de Emma cruzaron el puente del arcoíris.
A pesar de sentirse desconsolados, los rescatistas reunieron fuerzas para seguir luchando por Emma y su tercer cachorro, más tarde llamado Milu.
Tanto el equipo veterinario como los rescatistas se sintieron aliviados cuando la madre y su hijo empezaron a sentirse mejor.
Después de que Emma y Milu fueron dadas de alta de la clínica, se trasladaron a un refugio.
Los rescatistas de los cachorros los cuidaron mucho y los colmaron de afirmaciones positivas.
Poco a poco, Emma y Milu comenzaron a recuperarse. La madre y su hijo notaron la amabilidad de sus rescatistas y comenzaron a confiar en sus cuidadores. Los adorables caninos abrieron sus corazones al amor.
Emma se recuperó por completo. Aumentó de peso y se convirtió en un hermoso doggo.
Le encanta jugar con su hijo Milu y los otros perros del refugio. La dulce niña logró dejar atrás su triste pasado y concentrarse en su futuro.
Milu también recuperó su salud por completo. Su pelaje volvió a crecer y se convirtió en un cachorro feliz y adorable.
Aunque Emma y Milu reciben mucho amor en el refugio, los cachorros están ansiosos por comenzar una nueva vida con sus familias definitivas.
Espero que encuentren su felicidad para siempre. Después de todo lo que pasaron estos adorables caninos, merecen sentirse queridos y adorados.