Una cosa que no se elogia lo suficiente es el esfuerzo que muchos rescatistas dedican para salvar tantos perros como sea posible.
Es una misión verdaderamente noble y heroica proteger a los perros y encontrarles un hogar permanente con alguien que sea digno de ellos.
Aplaudo a las personas que hacen esto todos los días, ya que no debe ser fácil ver a los perros en situaciones difíciles, pero también es asombroso ver cuando son adoptados.
Para esta historia, hablaremos de un perro rescatado que tiene dificultades para separarse de su nueva mamá, y es lo más adorable que verás hoy.
La triste historia de Meira
Cuando los rescatistas encontraron a Meira por primera vez, era solo una pequeña cachorrita que vivía con su madre y otros hermanos en una casa abandonada.
Los trabajadores del refugio de Minnesota que los salvaron asumieron que los dueños anteriores de la casa probablemente tenían algún tipo de fábrica de cachorros, y luego simplemente abandonaron la casa dejándolos adentro.
La madre de Meira estaba en muy mal estado y luchaba por cuidar a los 9 cachorros, así que los rescatistas no perdieron tiempo en ponerlos a todos a salvo.
Continuaron publicando una historia en su página sobre los cachorros y llamó mucho la atención.
La madre humana de Meira, Greta, le dijo a GeoBeats Animals: “Y luego vi una publicación en la página de Facebook de Pit Squad Rescue que tenía una foto de Meira y sus otros ocho hermanos”.
Quería adoptar uno, así que fue al refugio en Minnesota. Cuando llegó, Meira instantáneamente corrió hacia ella, se subió a su regazo y se quedó dormida.
Ese fue el momento en el que decidió que este perro era el indicado para ella.
Cuando Meira comenzó a vivir en su hogar definitivo, Greta se dio cuenta de inmediato de que era una perra muy atrevida y extrovertida.
Simplemente disfrutaba estar rodeada de otros perros y personas, pero no le gustaba mucho cuando su madre humana se había ido.
Le compraron 12 botones parlantes que le gusta usar para expresarse, y cada vez que Greta sale de casa, envía spam al botón de mamá.
Simplemente no le gusta estar separada de su madre. Sin embargo, cuando están juntos aprovechan al máximo el tiempo que pasan juntos.
A Meira también le gustan mucho los paseos diarios y explorar el entorno. Greta se asegura de llevarla a casi todos los lugares que puede y lo disfruta inmensamente.
Otra actividad que le encanta es jugar con sus juguetes. Sin embargo, puede ser un poco traviesa y separarlos, sólo para que Greta los vuelva a armar.
Esto resultaría en un concurso de miradas en el que Greta se apresura a arreglar el juguete y Meira simplemente está allí observando y esperando ansiosamente su juguete.
Greta dijo: “La amo más de lo que las palabras pueden describir y estamos muy agradecidos de que esté en nuestra vida.”
A veces, en realidad solo toma un momento, pero es importante porque nos ayuda a darnos cuenta de que algunos perros están destinados a estar con nosotros.
Greta y Meira se llevan muy bien y su historia es realmente un hermoso ejemplo del impacto que puede tener un perro en nuestra vida diaria si les damos una oportunidad.