Sean le llevó comida y agua a Barrie y separó el área para que estuviera a salvo de más bombas. Al principio, el cachorro rechazó cualquier caricia y contacto, pero después de tres días se encariñó con el soldado. Rápidamente se volvieron inseparables.
Durante los tres meses que Sean pasó en Siria, Barrie se convirtió en una fuente de apoyo y consuelo. Le hizo un arnés con un chaleco antibalas para que pudiera acompañarlo en sus trabajos en Raqqa, y le regaló un osito de peluche hecho con jeans viejos.
“Creo que tan pronto como Barrie y yo nos unimos, donde pude recogerla, para mí ella ya se convirtió en mi perro”, dice Sean.
“Cuando regresamos al campamento, ella vivía en mi habitación, yo la cuidaba, era responsable de ella. Ella dormía en mi habitación, yo la entrenaba, la alimentaba.
Ella se quedaba conmigo todos los días, todo el día. Hacía trabajos conmigo, me despertaba, ella venía a comer conmigo y luego se sentaba en el asiento del pasajero de mi auto cuando íbamos a Raqqa.”
Después de cuatro meses en Siria, a Sean le cancelaron el contrato. Le dijeron que no regresaría a la zona.
Estaba feliz de estar en casa, por supuesto, pero devastado por estar separado de su amigo peludo.
Sean habló por teléfono con War Paws, una organización benéfica con sede en Irak que se especializa en traer perros a casa desde zonas devastadas por la guerra, y creó un gofundme para recaudar el dinero necesario para traer a Barrie de regreso al Reino Unido.
Logró recaudar £4.500, pero el desafío no fue sencillo.
En abril, Barrie fue llevada a Irak, donde War Paws la vacunó y la revisó. Luego la llevaron en avión a Jordania en agosto, donde tuvo que permanecer en cuarentena durante dos meses.
Habían pasado siete meses desde que Sean y Barrie se habían visto y Sean estaba preocupado. ¿Y si el cachorro que conocía se hubiera convertido en un perro muy diferente? ¿Qué pasaría si tuviera demasiado miedo para instalarse en un nuevo hogar?
Sean estaba preparado para volar a Jordania para recoger a Barrie en el momento en que ella estuviera lista para viajar, pero afortunadamente la propietaria de War Paws, Louise Hastie, ya estaba llevando dos perros de Jordania a París, por lo que Barrie pudo acompañarlos.
El sábado 3 de noviembre, Sean hizo el viaje de 12 horas desde Essex a París para poder encontrarse con Barrie en el aeropuerto y llevarla a casa.
Los amigos habían atravesado cinco países, dos zonas de guerra, 3.000 millas y un viaje de 12 horas solo para reunirse.
Sean describe volver a ver a Barrie como “el momento más feliz de todos los tiempos”.
“Yo siento que podría parecer que salvé la vida de Barrie, pero siento que ella salvó la mía”, dice Sean.
“Trabajando en una zona de guerra, al regresar al campamento te sientes solo en tu habitación. Tener un compañero con el que puedes jugar y entrenar me mantuvo alejado de todas las cosas que veía y hacía ahí afuera.
“Solo puedes imaginar lo mal que es Siria, y poder volver al campamento y entrenarla durante tres horas, llevarla a pasear, cosas así realmente me distrajeron de donde estaba.
“Ella me dio un poco de normalidad, definitivamente me mantuvo cuerdo.
“Tener un compañero es una de las mejores cosas para ayudar con el trastorno de estrés postraumático. Un perro siempre te hace feliz, siempre quiere estar contigo.
“Ir a París fue emocionante y estresante, pero salí de casa a las 6 de la mañana y me dirigí a toda velocidad hasta allí.”
“Reunirla en el aeropuerto, verla en persona, fue uno de los mejores momentos de mi vida. Nunca he sido tan feliz.
“Cada uno tiene sus vidas, mis padres y mi novia están en el trabajo, así que cuando vuelvo, al menos sé que tengo a mi perro y que ella siempre estará ahí.
“Toda la ayuda que hemos recibido para reunirnos ha sido increíble, solo traer un perro a Essex ha sido increíble.
“Pensar en tener a Barrie conmigo ahora, en la vida que podemos tener juntos, es surrealista.
“Uno de mis mayores temores era que ella no me reconociera, o que fuera un perro diferente al que dejé.
“Fue pura alegría cuando se dio cuenta de quién era yo. Está exactamente como estaba en Siria, fue genial tener a mi perro nuevamente.
“Estaría dispuesto a viajar por todo el mundo para tener a Barrie conmigo”.
